Según PIMEComerç, la cifra de locales que han tenido que bajar la persiana es de un 35% en el último año, por la falta de demanda de los últimos meses, y la poca acción para rebajar los costes fijos en los comercios (alquiler, cuota de autónomo, impuestos, trabajadores...).

Esta situación en la que el 35% de pequeños comercios han sido forzados a cerrar durante el último año, hace tiempo que los comerciantes lo están advirtiendo (Balaguer Televisión. 2020. [online]). Ahora, con las nuevas medidas de restricción, parece que si no se reacciona rápidamente, esta cifra de comercios obligados a cerrar irá en aumento. Muchos de estos comercios están pendientes de que funcione la campaña navideña para salvar su negocio, como bien indica el vicepresidente de Barcelona Comercio, Pròsper Puig. Si no consiguen reactivar sus negocios durante este periodo, serán mucho más los locales que tendrán que cerrar.

Pero este descenso del comercio local no es algo nuevo y exclusivo de la crisis sanitaria actual, según el Censo de Establecimientos Comerciales de Cataluña (CECC) de la Generalitat, esta es una tendencia de los últimos años como podemos ver en el gráfico a continuación.

Aquí, como podemos ver el número de tiendas locales en activo van cayendo año tras año, habiendo comenzado en 2017 con 103.214 espacios abiertos en Cataluña, a los 98.309 del 2019, cuando aún no había afectado el Covid-19 en los comercios.

Este es un problema generalizado en todos los sectores, ninguno de ellos ha salido favorecido en los últimos años. En la siguiente tabla podemos ver la evolución en los dos últimos años, y la tendencia negativa de locales ocupados por pequeños comercios en Cataluña.

Esta tabla nos hace darnos cuenta de que el problema no está en un solo sector, es un problema global que afecta a cualquier establecimiento independientemente del ámbito de su comercio.

Con la última restricción del cierre de bares y restaurantes, que aunque no lo parezca, también influye en los comercios porque no hay tanta gente a la calle para ver su producto, se requiere una solución conjunta para todos estos comercios: la digitalización .

Ante estos nuevos confinamientos y la nueva normalidad donde se intenta evitar al máximo las interacciones sociales, influyendo con menos afluencia de gente en la calle y, por tanto, con menos visibilidad de los pequeños comercios se hace imperativo tener una presencia digital.

Hay que cambiar la afluencia de personas en el canal de venta físico para aumentar la afluencia del canal digital.